TERCERA PONENCIA: LA EDUCACIÓN DESDE APARECIDA

RESUMEN DEL DOCUMENTO FINAL APARECIDA


1. Los obispos reunidos en la V Conferencia General del Episcopado de América Latina y El Caribe quieren impulsar, con el acontecimiento celebrado junto a Nuestra Señora Aparecida en el espíritu de “un nuevo Pentecostés”, y con el documento final que resume las conclusiones de su diálogo, una renovación de la acción de la Iglesia. Todos sus miembros están llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, para que nuestros pueblos tengan vida en Él. En la senda abierta por el Concilio Vaticano II y en continuidad creativa con las anteriores Conferencias, han reflexionado sobre el tema Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida.‘Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida' (Jn 14,6), y han procurado trazar en comunión líneas comunes para proseguir la nueva evangelización a nivel regional.

2. Ellos expresan, junto con el Papa Benedicto XVI, que el patrimonio más valioso de la cultura de nuestros pueblos es “la fe en Dios Amor”. Reconocen con humildad las luces y las sombras que hay en la vida cristiana y en la tarea eclesial. Quieren iniciar una nueva etapa pastoral, en las actuales circunstancias históricas, marcada por un fuerte ardor apostólico y un mayor compromiso misionero para proponer el Evangelio de Cristo como camino a la verdadera vida que Dios brinda a los hombres. En diálogo con todos los cristianos y al servicio de todos los hombres, asumen “la gran tarea de custodiar y alimentar la fe del Pueblo de Dios, y recordar también a los fieles de este Continente que, en virtud de su bautismo, están llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo” (Discurso Inaugural, 3). Se han propuesto renovar las comunidades eclesiales y estructuras pastorales para encontrar los cauces de la transmisión de la fe en Cristo como fuente de una vida plena y digna para todos, para que la fe, la esperanza y el amor renueven la existencia de las personas y transformen las culturas de los pueblos.

3. En ese contexto y con ese espíritu ofrecen sus conclusiones abiertas en el Documento final . El texto tiene tres grandes partes que sigue el método “ver, juzgar y actuar”. Así se mira la realidad con ojos iluminados por la fe y un corazón lleno de amor, proclama con alegría el Evangelio de Jesucristo para iluminar la meta y el camino de la vida humana, y busca, mediante un discernimiento comunitario abierto al soplo del Espíritu Santo, líneas comunes de una acción realmente misionera, que ponga a todo el Pueblo de Dios en un estado permanente de misión. Ese esquema tripartito está hilvanado por un hilo conductor en torno a la vida, en especial la Vida en Cristo, y está recorrido transversalmente por las palabras de Jesús, el Buen Pastor: “Yo he venido para que las ovejas tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10,10).

4. La primera parte se titula La vida de nuestros pueblos. Allí se considera, brevemente, al sujeto que mira la realidad y que bendice a Dios por todos los dones recibidos, en especial, por la gracia de la fe que lo hace seguidor de Jesús y por el gozo de participar en la misión eclesial. Ese capítulo primero, que tiene el tono de un himno de alabanza y acción de gracias, se denomina Los discípulos misioneros. Inmediatamente sigue el capítulo segundo titulado Mirada de los discípulos misioneros hacia la realidad. Con una mirada teologal y pastoral considera los grandes cambios que están sucediendo en nuestro continente y en el mundo, y que interpelan a la evangelización. Se analizan varios procesos históricos complejos y en curso en los niveles sociocultural, económico, sociopolítico, étnico y ecológico, y se disciernen grandes desafíos como la globalización, la injusticia estructural, la crisis en la trasmisión de la fe y otros. Allí se plantean muchas realidades que afectan la vida cotidiana de nuestros pueblos. En ese contexto, considera la difícil situación de nuestra Iglesia en esta hora de desafíos, haciendo un balance de signos positivos y negativos.

5. La segunda parte, La Vida de Jesucristo en los discípulos misioneros, a partir de la mirada al hoy de América Latina y El Caribe, ingresa en el núcleo del tema. Indica la belleza de la fe en Jesucristo como fuente de Vida para los hombres y mujeres que se unen a Él y recorren el camino del discipulado misionero. Aquí, tomando como eje la Vida que Cristo nos ha traído, se tratan, en cuatro capítulos sucesivos, grandes dimensiones interrelacionadas que conciernen a los cristianos en cuanto discípulos misioneros de Cristo: la alegría de ser llamados a anunciar el Evangelio, con todas sus repercusiones como “buena noticia” en la persona y en la sociedad (capítulo tercero); la vocación a la santidad que hemos recibido los que seguimos a Jesús, al ser configurados con Él y estar animados por el Espíritu Santo (capítulo cuarto); la comunión de todo el Pueblo de Dios y de todos en el Pueblo de Dios, contemplando desde la perspectiva discipular y misionera los distintos miembros de la Iglesia con sus vocaciones específicas, y el diálogo ecuménico, el vínculo con el judaísmo y el diálogo interreligioso (capítulo cinco); por fin, se plantea un itinerario para los discípulos misioneros que considera la riqueza espiritual de la piedad popular católica, una espiritualidad trinitaria, cristocéntrica y mariana de estilo comunitario y misionero, y variados procesos formativos, con sus criterios y sus lugares según los diversos fieles cristianos, prestando especial atención a la iniciación cristiana, la catequesis permanente y la formación pastoral (capítulo sexto). Aquí está una de las novedades del Documento que busca revitalizar la vida de los bautizados para que permanezcan y avancen en el seguimiento de Jesús.6. La tercera parte, La vida de Jesucristo para nuestros pueblos, ingresa plenamente en la misión actual de la Iglesia latinoamericana y caribeña. Sin perder el discernimiento de la realidad ni los fundamentos teológicos, aquí se consideran las principales acciones pastorales con un dinamismo misionero.
En un núcleo decisivo del Documento se presenta La misión de los discípulos misioneros al servicio de la vida plena, considerando la Vida nueva que Cristo nos comunica en el discipulado y nos llama a comunicar en la misión, porque el discipulado y la misión son como las dos caras de una misma medalla. Aquí se desarrolla una gran opción de la Conferencia: convertir a la Iglesia en una comunidad más misionera. Con este fin se fomenta la conversión pastoral y la renovación misionera de las iglesias particulares, las comunidades eclesiales y los organismos pastorales. Aquí se impulsa una misión continental que tendría por agentes a las diócesis y a los episcopados (capítulo siete).

Luego se analizan algunos ámbitos y algunas prioridades que se quieren impulsar en la misión de los discípulos entre nuestros pueblos al alba del tercer milenio. En El Reino de Dios y la promoción de la dignidad humana se confirma la opción preferencial por los pobres y excluidos que se remonta a Medellín, a partir del hecho de que en Cristo Dios se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza, se reconocen nuevos rostros de los pobres (vg., los desempleados, migrantes, abandonados, enfermos…) y se promueve la justicia y la solidaridad internacional (capítulo ocho). Bajo el título Familia, personas y vida , a partir del anuncio de la Buena Noticia de la dignidad infinita de todo ser humano, creado a imagen de Dios y recreado como hijo de Dios, se promueve una cultura del amor en el matrimonio y en la familia, y una cultura del respeto a la vida en la sociedad; al mismo tiempo se desea acompañar pastoralmente a las personas en sus diversas condiciones de niños, jóvenes y adultos mayores, de mujeres y varones, y se fomenta el cuidado del medio ambiente como casa común (capítulo nueve).

En el último capítulo, titulado Nuestros pueblos y la cultura, continuando y actualizando las opciones de Puebla y de Santo Domingo por la evangelización de la cultura y la evangelización inculturada, se tratan los desafíos pastorales de la educación y la comunicación, los nuevos areópagos y los centros de decisión, la pastoral de las grandes ciudades, la presencia de cristianos en la vida pública, especialmente el compromiso político de los laicos por una ciudadanía plena en la sociedad democrática, la solidaridad con los pueblos indígenas y afrodescendientes, y una acción evangelizadora que señale caminos de reconciliación, fraternidad e integración entre nuestros pueblos, para formar una comunidad regional de naciones en América Latina y El Caribe (capítulo diez).

7. Con un tono evangélico y pastoral, un lenguaje directo y propositivo, un espíritu interpelante y alentador, un entusiasmo misionero y esperanzado, una búsqueda creativa y realista, el Documento quiere renovar en todos los miembros de la Iglesia, convocados a ser discípulos misioneros de Cristo, “ la dulce y confortadora alegría de evangelizar ” (EN 80). Llevando las naves y echando las redes mar adentro, desea comunicar el amor del Padre que está en el cielo y la alegría de ser cristianos a todos los bautizados y bautizadas, para que proclamen con audacia a Jesucristo al servicio de una vida en plenitud para nuestros pueblos. Con las palabras de los discípulos de Emaús y con la plegaria del Papa en su Discurso inaugural, el Documento concluye con una oración dirigida a Jesucristo: “ Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado ” (Lc 24,29).

8. Con todos los miembros del Pueblo de Dios que peregrina por América Latina y El Caribe, los discípulos misioneros encuentran la ternura del amor de Dios reflejada en el rostro de la Virgen María. Nuestra Madre querida, desde el santuario de Guadalupe , hace sentir a sus hijos más pequeños que están cobijados por su manto, y desde aquí, en Aparecida , nos invita a echar las redes para acercar a todos a su Hijo, Jesús, porque Él es “el Camino, la Verdad y la Vida ” ( Jn 14,6), sólo Él tiene “palabras de Vida eterna” (Jn 6,68) y Él vino para que todos “tengan Vida y la tengan en abundancia” (Jn 10,10).


LA EDUCACION EN LOS DOCUMENTOS DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO


DOCUMENTO DE RÍO (I CONFERENCIA EPISCOPAL LATINOAMERICANA, AGOSTO 1955)

- Que los educadores católicos recuerden el deber que les incumbe de fundar y mantener vivos en sus establecimientos, centros de Acción Católica; preocupándose de formar en ellos buenos militantes y capacitados dirigentes del apostolado seglar.

- Defender su fe y la de sus hijos, preocupándose seriamente de que reciban una educación católica y evitando cuidadosamente el exponerles al peligro de la apostasía, sobre todo enviándolos a instituciones católicas

· que se funden escuelas normales rurales, de artes y oficios, agrícolas y de labores domésticas;
· que creen escuelas parroquiales, (ambiente favorable a las vocaciones sacerdotales), y procuren también fomentar éstas entre los alumnos de los demás centros de enseñanza
· que en las escuelas y colegios católicos se dé la debida importancia a las clases de religión
· organizar la enseñanza religiosa aún en las escuelas y colegios que no dependan de la Iglesia.


DOCUMENTO DE MEDELLÍN, SEPTIEMBRE 1968

“Comprometer a la Iglesia en el proceso de transformación de los pueblos latinoamericanos, fija muy especialmente su atención en la educación, como un factor y decisivo en el desarrollo del continente”.

Características de la Educación en América Latina
El panorama general de la educación se ofrece con características de drama y de reto.
- Esfuerzos por extender la educación (gobiernos e Iglesia)
- Existe el vasto sector de los hombres "marginados" de la cultura, los analfabetos…
- El contenido programático es demasiado abstracto y formalista.
- Los métodos didácticos están más preocupados por la transmisión de los conocimientos que por la creación entre otros valores, de un espíritu crítico.
- Los sistemas educativos están orientados a mantener las estructuras sociales y económicas imperantes
- Es una educación uniforme, pasiva, orientada a sostener una economía del "tener más"
- La formación profesional de nivel intermedio y superior, sacrifica con frecuencia la profundidad humana en aras del pragmatismo y del inmediatismo, para ajustarse a las exigencias de los mercados de trabajo.
- La democratización de la educación es un ideal que está todavía lejos (sobre todo en el universitario)
- En la universidad católica insuficiencia en el diálogo entre la Teología y las diversas ramas del saber
La educación latinoamericana, en una palabra, está llamada a dar una respuesta al reto del presente y del futuro, para nuestro continente. Sólo así será capaz de liberar a nuestros hombres de las servidumbres culturales, sociales, económicas y políticas que oponen a nuestro desarrollo.

La educación liberadora como respuesta a nuestras necesidades
Proponemos la "educación liberadora" que convierte el Educando en sujeto de su propio desarrollo
· Creadora
· Personalizar las nuevas generaciones
· Profundizar la conciencia de su dignidad humana
· Favorecer su libre autodeterminación
· Promover su sentido comunitario.
· Abierta al diálogo
· Afirmar las peculiaridades locales y nacionales e integrarlas en la unidad pluralista del continente.
· Capacitar las nuevas generaciones para cambio permanente y orgánico que implica el desarrollo

La educación liberadora y la misión de la Iglesia
La Iglesia, en cuanto servidora de todos los hombres, busca colaborar mediante sus miembros, especialmente laicos, en las tareas de promoción cultural humana, en todas las formas que interesan a la sociedad. En el ejercicio de este derecho y servicio, la obra educadora de la Iglesia no debe ser obstaculizada con discriminaciones de ningún género.

Orientaciones Pastorales
· Padres de familia "primeros y principales educadores": no pueden quedar marginados del proceso educativo.
· Educandos: que se tome en cuenta su problemática. La juventud pide ser oída con relación a su propia formación
· Educadores: se debe valorar su misión decisiva en la transformación de la sociedad y llegar a una decisión consciente y valiente. Preparación, selección y promoción del profesorado (dotes humanas de personalidad y actitud de servicio).
· Institutos Educacionales: continuar esta labor adaptada a los cambios históricos.


DOCUMENTO DE PUEBLA (FEBRERO 1979)
Para la Iglesia, educar al hombre es parte integrante de su misión evangelizadora, continuando así la misión de Cristo Maestro.

Cambio sociocultural caracterizado por:
· La secularización de la cultura influida por los medios masivos de comunicación y marcada por el desarrollo económico cuantitativo
· La situación de pobreza está correlacionada con los procesos educativos.
· Los sectores deprimidos muestran las mayores tasas de analfabetismo y deserción escolar y las menores posibilidades de obtener empleo.
· Entre los religiosos educadores surgen cuestionamientos sobre la institución escolar católica, porque favorecería el elitismo y el clasismo; por los escasos resultados en la educación de la fe y de los cambios sociales; por problemas financieros, etc.
· Creciente presencia de los laicos en las instituciones educativas eclesiales.
· Influencias ideológicas en la manera de concebir la educación, aun la cristiana (utilitarismo individualista y educación al servicio de un proyecto socio-político, estatista, o colectivista).
· Dificultades en la coordinación de agentes y agencias educativas eclesiales entre sí y con los Obispos.

Principios: Una educación evangelizadora debe:
· Humanizar y personalizar al hombre para crear en él el lugar donde pueda revelarse y ser escuchada la Buena Nueva
· Integrarse al proceso social latinoamericano impregnado por una cultura radicalmente cristiana donde coexisten valores y antivalores, luces y sombras;
· Ejercer la función crítica propia de la verdadera educación, que posibilite una nueva sociedad
· Convertir al educando en sujeto de su propio desarrollo al servicio del desarrollo de la comunidad.

Criterios:
· La educación católica pertenece a la misión evangelizadora de la Iglesia y debe anunciar explícitamente a Cristo Liberador.
· La educación católica se propone formar personalidades fuertes, capaces de resistir al relativismo debilitante y vivir coherentemente las exigencias del bautismo.
· La educación católica ha de producir los agentes para el cambio permanente y orgánico que requiere la sociedad de América Latina mediante formación cívica y política inspirada en la enseñanza social de la Iglesia

Sugerencias Pastorales
· Fomentar la responsabilidad de la familia en el proceso educativo.
· Reafirmar la importancia de la escuela católica en todos los niveles
· Promover al educador cristiano para que asuma su pertenencia y ubicación en la Iglesia, como llamado a participar de su misión evangelizadora en el campo de la educación.
· Dar prioridad en el campo educativo a los numerosos sectores pobres
· Promover la educación popular (educación informal)
· Promover la coordinación de tareas, agentes e instituciones educativas en la acción pastoral de la Iglesia particular por medio de un organismo competente dependiente del Obispo
· Elaborar, sobre todo a nivel de comisiones episcopales, la doctrina o teoría educativa cristiana (proyecto educativo cristiano)

DOCUMENTO DE SANTO DOMINGO (OCTUBRE 1992)
“A los representantes del mundo de la cultura les alentamos a que intensifiquen sus esfuerzos en favor de la educación, que es llave maestra del futuro; alma del dinamismo social, derecho y deber de toda persona, para sentar las bases de un auténtico humanismo integral” (Juan Pablo II).

- Revisar a fondo nuestros sistemas educacionales para eliminar definitivamente todo aspecto discriminatorio en cuanto a métodos educativos, volumen e inversión de recursos.
- Ningún maestro educa sin saber para qué educa y hacia dónde educa. Hay un proyecto de hombre encerrado en todo proyecto educativo; y este proyecto vale o no según construya o destruya al educando. éste es el valor educativo. Cuando hablamos de una educación cristiana, hablamos de que el maestro educa hacia un proyecto de hombre en el que viva Jesucristo.
- El maestro cristiano debe ser considerado como sujeto eclesial que evangeliza, que catequiza y educa cristianamente. Tiene una identidad definida en la comunidad eclesial. Su papel debe ser reconocido en la Iglesia.

Situación actual:
Pluralidad de valores y criterios secularistas nos piden que eduquemos al hombre técnico, apto para dominar su mundo y vivir en un intercambio de bienes

Desafios pastorales:
- la exclusión
- la crisis de la familia,
- las diferencias sociales y económicas que hacen que para muchos sea onerosa la educación católica,
- la educación informal que se recibe a través de tantos comunicadores no cristianos, vgr. televisión.
- las relaciones entre la educación estatal y la educación cristiana.
- la ignorancia religiosa de la juventud

Líneas pastorales
La educación es la mediación metodológica para la evangelización de la cultura.
- A los padres de familia: decidan de acuerdo con sus convicciones el tipo de educación para sus hijos y denunciamos todas las intromisiones del poder civil que coarte este derecho natural.
- A los educadores cristianos en Instituciones de Iglesia, a las Congregaciones y a los profesores católicos que laboran en instituciones no católicas: formación permanente de los educadores católicos en lo concerniente al crecimiento de su fe y a la capacidad de comunicarla
- Urge una verdadera formación cristiana sobre la vida, el amor y la sexualidad, que corrija las desviaciones de ciertas informaciones que se reciben en las escuelas.
- Urge una educación hacia la libertad,
- Es necesario que la educación cristiana se preocupe de educar para el trabajo, especialmente en las circunstancias de la cultura actual.



DOCUMENTO DE APARECIDA (MAYO 2007)
Discípulos y Misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 16,4)
“Dar ahora un nuevo impulso a la evangelización, a fin de que estos pueblos sigan creciendo y madurando en su fe, para ser luz del mundo y testigos de Jesucristo con la propia vida”.

· Globalización
· Se ha evolucionado hacia la democracia
· La economía liberal
· Madurez en la fe de muchos laicos y laicas activos y entregados al Señor,
· Se demuestran fundamentales muchas obras católicas educativas, asistenciales y hospitalarias.
· Cierto debilitamiento de la vida cristiana en el conjunto de la sociedad y de la propia pertenencia a la Iglesia (secularismo, al hedonismo, al indiferentismo y al proselitismo de numerosas sectas, de religiones animistas y de nuevas expresiones seudorreligiosas).

Podrán surgir nuevos caminos y proyectos pastorales creativos, que infundan una firme esperanza para vivir de manera responsable y gozosa la fe e irradiarla así en el propio ambiente (discípulos y misioneros)

(La familia es insustituible para la serenidad personal y para la educación de los hijos.)

Discípulos Misioneros con Vocaciones Específicas
Los fieles laicos y laicas, discípulos y misioneros de Jesús, Luz del mundo
Los fieles laicos son los cristianos que están incorporados a Cristo por el bautismo, que forman el pueblo de Dios y participan de las funciones de Cristo: sacerdote, profeta y rey. Ellos realizan, según su condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo.
Son “hombres de la Iglesia en el corazón del mundo, y hombres del mundo en el corazón de la Iglesia”
Su misión propia y específica se realiza en el mundo, de tal modo que, con su testimonio y su actividad, contribuyan a la transformación de las realidades y la creación de estructuras justas según los criterios del Evangelio.
El ámbito propio de su actividad evangelizadora es el mismo mundo vasto y complejo de la política, de realidad social y de la economía, como también el de la cultura, de las ciencias y de las artes, de la vida internacional, de los ‘mass media’, y otras realidades abiertas a la evangelización, como son el amor, la familia, la educación de los niños y adolescentes, el trabajo profesional y el sufrimiento.
Tienen el deber de hacer creíble la fe que profesan, mostrando autenticidad y coherencia en su conducta.
Necesitan una sólida formación doctrinal, pastoral, espiritual y acompañamiento para dar testimonio de Cristo y de los valores del Reino en el ámbito de la vida social, económica, política y cultural.
El fortalecimiento de variadas asociaciones laicales deben ser apoyados por los pastores.

Lugares de Formación para los Discípulos Misioneros
La Educación Católica
América Latina y El Caribe viven una particular y delicada emergencia educativa.
Las nuevas reformas educacionales de nuestro continente, impulsadas para adaptarse a las nuevas exigencias que se van creando con el cambio global, aparecen centradas prevalentemente en la adquisición de conocimientos y habilidades, y denotan un claro reduccionismo antropológico, ya que conciben la educación preponderantemente en función de la producción, la competitividad y el mercado.
Propician la inclusión de factores contrarios a la vida, a la familia y a una sana sexualidad.
No despliegan los mejores valores de los jóvenes ni su espíritu religioso
No les enseñan los caminos para superar la violencia y acercarse a la felicidad
No les ayudan a llevar una vida sobria y adquirir actitudes, virtudes y costumbres que harán estable el hogar que funden, y que los convertirán en constructores solidarios de la paz y del futuro de la sociedad.

La Escuela debe ser:
Lugar privilegiado de formación y promoción integral, mediante la asimilación sistemática y crítica de la cultura, cosa que logra mediante un encuentro vivo y vital con el patrimonio cultural.
Insertando los valores perennes en el contexto actual (las distintas disciplinas han de presentar no sólo un saber por adquirir, sino también valores por asimilar y verdades por descubrir.)
Poner de relieve la dimensión ética y religiosa de la cultura, con el fin de activar el dinamismo espiritual del sujeto y ayudarle a alcanzar la libertad ética que presupone y perfecciona a la psicológica.

Los centros educativos católicos
La Iglesia procura transformar mediante la fuerza del Evangelio los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad que están en contraste con la Palabra de Dios y el designio de salvación(EN 19)
El maestro educa hacia un proyecto de ser humano en el que habite Jesucristo con el poder transformador de su vida nueva (si no, puede hablar de Cristo, pero corre el riesgo de no ser Cristiana).
No se puede anunciar el Evangelio sin que éste ilumine, infunda aliento y esperanza, e inspire soluciones adecuadas a los problemas de la existencia.
Una educación centrada en la persona humana que es capaz de vivir en la comunidad, aportando lo suyo para su bien.
La Iglesia debe impulsar una educación de calidad para todos, formal y no-formal, especialmente para los más pobres.
La meta que la escuela católica se propone, respecto de los niños y jóvenes, es la de conducir al encuentro con Jesucristo vivo, Hijo del Padre, hermano y amigo, Maestro y Pastor misericordioso, esperanza, camino, verdad y vida, y, así, a la vivencia de la alianza con Dios y con los hombres.

La Escuela católica está llamada a una profunda renovación.
Debemos rescatar la identidad católica de nuestros centros educativos
Los proyectos educativos deben promover la formación integral de la persona teniendo su fundamento en Cristo, con identidad eclesial y cultural, y con excelencia académica.

Tareas prioritarias:
· El acompañamiento de los procesos educativos,
· la participación en ellos de los padres de familia,
· la formación de docentes,
Tomando en cuenta que:
· Educación en la fe en las instituciones católicas sea integral y transversal en todo el currículum
· La comunidad educativa, (directivos, maestros, personal administrativo, alumnos, padres de familia, etc.) en cuanto auténtica comunidad eclesial y centro de evangelización, asuma su rol de formadora de discípulos y misioneros en todos sus estamentos. (Estos objetivos son esenciales en los procesos de admisión de alumnos, sus familias y la contratación de los docentes).
· Libertad de enseñanza: El amplio ejercicio del derecho a la educación, reclama como condición para su auténtica realización, la plena libertad de que debe gozar toda persona para elegir la educación de sus hijos que consideren más conforme a los valores que ellos más estiman y que consideran indispensables. La sociedad ha de reconocerlos como los primeros y principales educadores.
· A ningún sector educacional, ni siquiera al propio Estado, se le puede otorgar la facultad de concederse el privilegio y la exclusividad de la educación de los más pobres, sin menoscabar con ello importantes derechos.

Los jóvenes están muy afectados por una educación de baja calidad, que los deja por debajo de los niveles necesarios de competitividad, sumado a los enfoques antropológicos reduccionistas, que limitan
sus horizontes de vida y dificultan la toma de decisiones duraderas.
Urge la capacitación de los jóvenes para que tengan oportunidades en el mundo del trabajo, y evitar que caigan en la droga y la violencia.

La Educación como Bien Público
Los centros educativos oficiales no deberían ignorar que la apertura a la trascendencia es una dimensión de la vida humana, por lo cual la formación integral de las personas reclama la inclusión de contenidos religiosos.

La Iglesia cree que los niños y los adolescentes tienen derecho a que se les estimule a apreciar con recta conciencia los valores morales y a prestarles su adhesión personal y también a que se les estimule a conocer y amar más a Dios. Ruega encarecidamente a todos los que gobiernan los pueblos, o están al frente de la educación, procurar que la juventud nunca se vea privada de este sagrado derecho (GS 1)

Ante las dificultades que encontramos al respecto en varios países, queremos empeñarnos en la formación religiosa de los fieles que asisten a las escuelas públicas de gestión estatal, procurando acompañarlos también a través de otras instancias formativas en nuestras parroquias y diócesis. Al mismo tiempo, agradecemos la dedicación de los profesores de religión en las escuelas públicas y los animamos en esta tarea. Los estimulamos para que impulsen una capacitación doctrinal y pedagógica. Agradecemos también a quienes, por la oración y la vida comunitaria, se esfuerzan por ser testimonio de fe y de coherencia en estas escuelas.


CON EL DOCUMENTO IGLESIA Y EDUCACION DEL CONCILIO PLENARIO DE VENEZUELA

Desafío 1: Toma de conciencia de que la educación es tarea de todos. Promover en la Iglesia acciones que lleven a despertar la conciencia de personas e instituciones para que asuman su misión educadora; comprometerse en la recuperación moral de la gente; y proponer con vigor valores que respondan a la visión cristiana de la persona y de la sociedad.

Desafío 2: Renovación pastoral de la escuela. Desarrollar una propuesta pastoral que responda a las exigencias de la educación integral, animada por el espíritu evangélico de caridad, y que favorezca iniciativas que estimulen el crecimiento en la fe, el compromiso con la transformación de la sociedad y la
construcción del Reino de Dios.

Desafío 3: Revalorización de la vocación docente. Dedicar una atención especial a los educadores y comprometerse como Iglesia a enfocar sus esfuerzos hacia la dignificación de la profesión; promover su profesionalización e idoneidad académica y moral; reforzar la mística vocacional, y solicitar de los docentes una esmerada dedicación a su misión.

Desafío 4: Articulación de esfuerzos. Aunar esfuerzos entre todos los actores educativos y procurar su articulación en una pastoral de conjunto.

Desafío 5: Ampliación de la educación alternativa. Llamar la atención a la sociedad sobre la situación de exclusión; multiplicar y fortalecer obras para la atención integral de los excluidos; afianzar servicios para la capacitación laboral; y articular su acción con otras instituciones que persiguen la misma finalidad.

Desafío 6: Fortalecimiento de la educación religiosa escolar y del Programa ERE. Profundizar la dedicación de la Iglesia a la educación religiosa en las escuelas, ampliar y fortalecer el programa ERE mejorando su calidad y promoviendo formas alternativas de realización que lo hagan más efectivo.

Desafío 7: Renovación de la pastoral universitaria. Hacer presente el mensaje del Evangelio en la educación superior con una pastoral universitaria renovada, e impulsar la articulación de las instituciones católicas dedicadas a ella.

NORMAS CONCILIARES
El Obispo establecerá en su Iglesia particular un Departamento o Secretariado de Educación, con funciones de orientación, asesoría y apoyo a los centros escolares, tanto católicos como oficiales y privados


CONCLUSIÓN

Quédate, Señor, con aquéllos que en nuestras sociedades
son más vulnerables; quédate con los pobres y humildes,
con los indígenas y afroamericanos, que no
siempre han encontrado espacios y apoyo para expresar
la riqueza de su cultura y la sabiduría de su identidad.

Quédate, Señor, con nuestros niños y con nuestros
jóvenes, que son la esperanza y la riqueza de nuestro
Continente, protégelos de tantas insidias que atentan
contra su inocencia y contra sus legítimas esperanzas.

¡Oh buen Pastor, quédate con nuestros ancianos y con
nuestros enfermos!

¡Fortalece a todos en su fe para que
sean tus discípulos y misioneros!


Constantino Noé V., Junio de 2008
cnoev@yahoo.com

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